domingo, 19 de enero de 2014

CORAZÓN DE HIELO I







CORAZÓN DE HIELO I

Un soldado tiene un gran deseo
y se apodero de su cuerpo con un  fuerte  picor
aunque sabía que le sucedía  
de seguro le toco el amor en su puerta.

Decidió tomar el riesgo
para elevar  hombría,
y conquistar a la mujer indicada
por supuesto, en esta loca aventura.

Y caminó por los montes y por la llanura,
para sucumbir en el arte del amatorio,
aunque después terminará
en la trinchera o en el  purgatorio
decide a si mismo: “No me voy a arrepentir”.

Grave error en ese ir y venir incontrolable
minutos después los pechos se fundieron,
en el  lienzo y hasta en el fuego,
 las miradas se confundieron
entre mordeduras y besos.

Todo era pan comido con mucho queso,
hasta que el soldado se durmió hasta  el amanecer
y se quedó plácidamente en la cama acurrucadito.

 Los sueños se congelaron a través del tiempo
dejando inerte y su alma vacía, 
contando en ves de ovejas,
 los besos que se  dieron.

El asombro fue tan grande
que las margaritas
con el frío  se marchitaron
y buscando contener sus calor
sintió en la cama escalofrío. 
.
Sus manos sintieron la frialdad
del corazón de hielo  de la mujer,
busco  rápido en el bolsillo de su pantalón  
y  la mujer desconocida se marchó
con el amor, con la billetera,  
con su dinero,
sin un triste adiós. 

Santos M. González

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