Cuando vi
tu alma vagando
por
el otro lado del espejo,
tu reflejo me hizo pensar,
y retrocedí a través del tiempo.
Reviví todos los momentos
que estuve contigo
como una película
de amor,
observaba con detenimiento,
y en total silencio.
Observe cada detalle
de nuestro amor perfecto,
aunque por cierto muy alborotado,
nuestro
loco amor incierto.
Tu piel tan blanca como el algodón,
su pelo rojizo, como si fuera un achiote
y tu hermosa mirada inconfundible
y su sonrisa inigualable
me hizo recordar
tantos momentos vividos
que derramé
lágrimas de sangre
por tu amor .
Me conmueven mi ser
su perdida
repentina,
se marcho tan pronto de mi lado,
y en un abrir y cerrar de ojos
ya estabas
en cuerpo presente.
Su mirada se volvió tan ausente,
al cerrar sus ojos
muy despacio,
me llene de un dolor tan amargo
que no pude
de nuevo contener
mi llanto.
Me conmueves cada vez que veo tu retrato
pegado en el espejo de la imaginación,
me conmueve su ausencia
deseo gritar su nombre tan fuerte
y sacarla de una vez
del sarcófago
Mi cuerpo se pudre
y muere lentamente
será eminente
al caer el
crepúsculo,
porque
no habrá otro amor,
como el de ella.
Autor: Santos M. González
Derechos reservados de autor
poema gótico
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