Ay, amor! no sé, qué
te sucede
te has olvidado del
cariño perfecto que te daba,
y como aguas pasadas
la dejaste derramar
al suelo...
Nunca me olvide de tu
amor,
de nubes grises se
vistió mi corazón
y mi alma se vistió
de dolor
cuando se quedo
en tu cielo mi razón…
!Amor de mi vida!
solo me queda entregar
de nuevo esta pasión
como lluvia de felicidad,
eres mi anhelo y mi verdad,
tal vez por descuido,
por ser arrogante y olvidadizo,
deje de quererte,
pero fluye de nuevo por mis venas
y de rodillas como un humilde caballero,
valiente y sincero
regreso al ruedo,
para entregarte una rosa
como símbolo de amor y consuelo..
Amado mío! La vida nos da otra oportunidad,
eras un sueño inconcluso
y ahora me devuelves de nuevo la felicidad
envuelta en una rosa roja.
La noche de luna vaga por la eternidad
mi amor buscaba tu amor,
mi alma resplandece con el amor
y mi corazón con el tuyo,
nuestro cielo embellece
el universo con su resplandor.
Autores: Guillermina
Covarrubias (Chile)
Santos M. González
(Puerto Rico)
Derechos reservados
de autor
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