Entregaste tu mejor poema
al final del recital,
entusiasmado lleve mis flores
como todo un caballero.
La seguridad impedía
acercarme y no pude dar
mis extensas felicitaciones,
y concretar mi invitación.
Desde lejos vi, tu exaltación
en tu rostro ante tu gente
que estaba a tu alrededor,
fue muy obvio.
Note que miraste a lo lejos
tan solo extendiste la mano
para decirme un simple adiós
conociendo mis intenciones.
Mi mundo insuflado de confusión
por cada pensamiento que paso por mi mente,
comprendí que te debes a tu público
y yo a mi humilde gente.
Entonces deje las flores
en el mostrador,
para que te dieras cuenta
que amarte fue mi error.
Santos M. González
Derechos reservados de
autor
No hay comentarios:
Publicar un comentario