Se esconde la tarde y llega el crepúsculo
y busque con la mirada,
mi sentir del corazón
que nace de la profundidad del alma.
Recordaba el amor sincero
que con delirio en mis manos me entregabas
y con pasión abrigabas
mi cuerpo en tiempos de frio..
Me inspirabas cada poesía de amor,
mojando con la arena del desierto
mis sueño como un niño
e iluminando con tu faro
también mi oscura vida...
Reviviré desde este momento
mis recuerdos cuando te abrazaba,
tocaba tus manos delicadamente
y besaba mis labios con los ojos cerrdo.
Cariño mío, hoy tropiezas con mis pasos
observas el paraje de mi rostro
y te susurra: “Que una mirada dice más mil palabras,
porque hoy, encontraste todo el amor
que buscabas” .
Autor: Santos M. González
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