Amor,
pase por aquí de casualidad,
toque a la puerta,
para saber si estabas en tu casa
y dejarte un hermoso
ramo de flores...
Esperaba verte
desde hace varios días,
mi intuición de mujer no me fallaba,
soñé con tu presencia
porque extraño aun tu perfume,
el mismo que tengo en mi ropa
desde aquella noche
en que te marchaste
y me de llorando largo y tendido
por tu desconsolada
ausencia...
Amor,
aquí estoy muy
arrepentido
y vine a
entregarte el amor,
a decirte: “Lo mucho que te amo,
y jamás te volveré a fallar”.
En las noches
me acuesto en mi lecho
esperando tu regreso,
para
quede me vuelvas
tu amor sincero
y tus ansiados besos,
sentir la cálido hermosura
de tu alma
y no sentir tu ausencia.
Autores : María Celeste
& Santos
M. González
Derechos reservados de autor
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